Cómo se hace un poema,según Ángel González
Paola Fava
El germen del poema, para Ángel González, reside en la extrañeza que le provoca espontáneamente la contemplación del mundo. Como dice la frase, Los primeros versos los dan los dioses: antes de empezar el poema el autor ya cuanta con una serie de versos que se le han ocurrido al azar. Después surgirá el poema, como forma y estructura de las palabras.
Pero es la realidad que despierta los versos, el trampolín de la imaginación como lo llama Baroja, al descubrir la extrañeza que encierra, el asombro. De este modo el poeta puede permitirse mezclar realidades e usar términos de universos distintos. Por ejemplo puede describir una montaña con el vocabulario de una orquesta musical, o denunciar la conducta irracional de la humanidad proponiendo una fábula en la que son los hombres los que aleccionan a los animales.
La poesía sirve también para hablar de la historia en clave personal, y burlar de paso la censura. Las propias palabras se mueven con voluntad propia, provocan extrañeza y permiten inversiones, como en el verso: La vida corta como un cuchillo. En el poema, tampoco habla el propio autor: se convierte en un personaje, en una voz poética.
domingo, 8 de marzo de 2009
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